La imagen cardiaca avanzada es un campo en rápido crecimiento que se ha vuelto indispensable frente a la complejidad y diversidad de las patologías cardiovasculares que enfrentamos diariamente. Su principal fortaleza radica en la capacidad de integrar la información clínica con la imagen multimodal, abarcando técnicas como la ecocardiografía transtorácica y transesofágica (2D y 3D), la tomografía cardiaca y la cardiorresonancia.

Esta alta especialidad tiene una amplia aplicación en una variedad de condiciones complejas y en constante desarrollo, como las miocardiopatías, las cardiopatías congénitas, la cardio-oncología y el intervencionismo estructural, por mencionar algunas. En cada una de estas áreas, la imagen avanzada desempeña un papel clave en el diagnóstico preciso, la estratificación de riesgo y el manejo integral de los pacientes. Su capacidad para proporcionar una visión detallada del corazón y sus estructuras ha transformado la forma en que abordamos las enfermedades cardiovasculares, permitiéndonos tomar mejores decisiones clínicas individualizadas.

Mi formación en el Hospital de Cardiología, bajo la tutela de cardiólogos de prestigio nacional e internacional, me ha brindado una base sólida y una motivación constante para seguir explorando nuevas oportunidades de aprendizaje, incluso más allá de las fronteras de mi país. Estoy profundamente agradecido con mi hospital, que ha hecho posible mi adiestramiento en un centro de referencia en Europa y a nivel mundial, donde tengo el privilegio de estar bajo la mentoría del Dr. Rodríguez Palomares, un referente en aortopatías y en el campo de la imagen cardiaca avanzada.

La cardiología, tanto a nivel nacional como internacional, sigue considerando a la ecocardiografía como el pilar central en la evaluación inicial de los pacientes. No obstante, el campo de la imagen cardiaca ha evolucionado de manera acelerada, y técnicas avanzadas como la cardiorresonancia y la tomografía cardíaca se han convertido en herramientas imprescindibles. Estas técnicas van más allá de la evaluación inicial, proporcionando información adicional que complementa y enriquece el abordaje holístico del paciente. Como cardiólogos subespecializados en imagen avanzada, no solo interpretamos las imágenes, ofrecemos una visión más profunda y precisa del estado patológico de nuestros pacientes.

Para las nuevas generaciones de cardiólogos en Europa, la formación en imagen cardiaca avanzada ya se ha consolidado como una parte esencial del currículo. Es fundamental que en México sigamos este camino, asegurando que los futuros especialistas no sólo comprendan los hallazgos imagenológicos de las patologías cardiovasculares más comunes, sino que también sean introducidos en las técnicas más avanzadas disponibles. Como referente nacional y centro de vanguardia, es crucial para el Hospital de Cardiología contar con cardiólogos que integren este conocimiento en su práctica diaria. La adopción de la imagen multimodal no sólo amplía los horizontes del cardiólogo, sino que también permite superar las limitaciones de los métodos tradicionales, impulsando una atención clínica más precisa y de alta calidad.

Mi experiencia en Barcelona me ha demostrado el valor de expandir nuestros horizontes y aprender del vasto mundo de la cardiología, así como la importancia de fomentar una colaboración genuina entre colegas, trabajando en equipo y compartiendo conocimientos y experiencias, lo que nos permitirá avanzar como comunidad médica. Sólo con un espíritu de colaboración abierta y generosa podemos impulsar juntos el desarrollo de la cardiología en beneficio de nuestros pacientes.

Estoy convencido de que, en un futuro cercano, la imagen cardiaca avanzada se convertirá en una herramienta indispensable para cualquier cardiólogo que aspire a ofrecer la mejor atención posible. Las futuras generaciones de cardiólogos no percibirán esta disciplina como un “plus”, sino como una parte esencial en el manejo integral de las enfermedades cardiovasculares. Hoy, más que nunca, es el momento de abrazar este cambio y avanzar hacia una nueva era en la cardiología.