Por la  Dra. Juana Alinne García Hernández (Residente de 2° año de Cardiología Pediátrica)

Durante las últimas décadas se han estudiado y establecido los diferentes beneficios de la actividad física en los niños. 

Los principales beneficios descritos son: prevención de enfermedades crónicas degenerativas a edades tempranas (como diabetes mellitus, obesidad, hipertensión arterial sistémica, problemas cardiacos), mejoría del estado mental, mejor concentración escolar, regulación del peso, prevención de consumo de drogas y/o alcohol. 

Con los avances de la tecnología (mayor tiempo de uso de aparatos electrónicos), y la pandemia por COVID-19 aumentó el número de casos de ansiedad y depresión, así como intentos suicidas. 

Por tal motivo el personal de salud, desde el primer contacto, debe de enfatizar la importancia y beneficios de la actividad física. 

La Organización Mundial de la Salud, de acuerdo con Physical Activity Guidelines for Americans, recomienda actividad física en niños y adolescentes durante 60 minutos diarios, mínimo 3 veces a la semana. 

Ejemplo: niños preescolares realizan actividad física como correr en un parque; en escolares y adolescentes practicar un deporte, o actividades aeróbicas que fortalecen músculos y  huesos como nada, bailar, bicicleta, correr; con uso de pantallas máximo de una hora. 

Estas recomendaciones son específicas para niños sanos. En caso presentar enfermedades crónicas (respiratoria, cardiopatía congénita, alteración metabólica, cáncer y/o enfermedad autoinmune), el ejercicio es de tolerancia, así como recibir asesoramiento por un especialista en pediatría para cada caso.